HISTORIA DE UN JOVEN QUE NO LE GUSTABA SER CRISTIANO
Josué, de 16 años, estaba encerrado en su cuarto. Su madre es adventista se para en la puerta y la dice con vos de mando “¡Josué, levántate! ¡Sabes que hoy tenemos que ir a la iglesia “! Ellas le ha enseñado desde niño que las reuniones cristianas son una parte muy importante para el servicio de Dios; sine embargo, últimamente el muchacho no ha querido asistir.
¡Ay, mamá! Protesta ¿por qué tengo que ir? Deja de quejarte y vístete no quiero llegar tarde otra vez, repuso la mamá Josué respondió mira mamá el echo de que esta sea tu religión no tiene por que ser la mía. La madre lo escucho y se fue, detrás iba su hija
Después de un poco de horas a el le remuerde la conciencia en realidad no quería herir a su madre pero tampoco tiene deseo de disculparse. Dice Josué tarde que temprano tendré que tomar mi propia decisión, pero vuelve a decir esto de ser cristiano es parar mi.
Pasaron 10 años y la mamá no tiene que decirle que se vista, si no que el apura a su madre.
Hoy día le da gracias a Dios por darle la oportunidad de estar disfrutando esta experiencia tan linda.
REFLEXIONEMOS
¿Te has sentido en algún momento como Josué? mientras otros disfrutan con las actividades espirituales